Investigadores de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) de Brasil desarrollaron un cemento más resistente que el convencional, con la adición de materiales obtenidos a partir de la nanotecnología.
El "supercemento" es una mezcla de "clinker", caliza cocida y principal materia prima del cemento, con "nanotubos" de carbono, de acuerdo con la información difundida hoy por la revista especializada "Ciencia Hoje" que publica en internet la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.
Los tubos de carbono, desarrollados, con técnicas nanométricas (referente a la milmillonésima parte del metro), proporcionaron al cemento mayor resistencia y duración, además de permitir la producción de un material de mejor calidad y costo más bajo que los desarrollados en otros países.
El físico Luiz Orlando Ladeira, investigador de la UFMG y coordinador del proyecto, consiguió agregar los nanotubos al cemento mediante una nueva técnica que podrá ser incorporada por la industria tradicional.
Proyectos similares realizados en diferentes países agregaron los nanotubos al cemento, sin embargo los métodos utilizados hacen de este material un producto demasiado caro, al elevarlo a cerca de 8, 000 dólares, frente al precio de ocho dólares por saco de cemento convencional.
Según Ladeira, la nueva técnica permite producir un saco de cemento reforzado con nanotubos por unos 16 dólares por costal.
"El aumento de calidad es tan grande que justifica pagar el doble por el producto", aseguró el investigador.
"Convertimos el cemento reforzado con nanotubos de carbono en un material económicamente viable y que puede ser producido a larga escala por la industria", agrega.
El nuevo cemento ya fue patentado, sin embargo su creador calcula que aún tendrá que esperar cinco años antes de lanzarlo comercialmente.
Esa demora obedece a que el uso de la nanotecnología aún es polémico, debido a que se desconocen los efectos de las nanopartículas en el organismo humano y en el medio ambiente.
"Pero como los nanotubos estarán mezclados en el cemento y no sueltos en la naturaleza, la dispersión del material será menor y su impacto en el ambiente bajo", asegiró el investigador.
Los nanotubos de carbono están compuestos por átomos tan fuertemente ligados que alcanzan una residencia cincuenta veces mayor que la del acero.
Según Ladeira, un aumento de 0,3 por ciento de nanotubos de carbono al "clinker" incrementa 25 por ciento la resistencia del cemento a la tracción.
La resistencia a la comprensión aumenta 80 por ciento.
El nuevo material también tiene la ventaja de tener una porosidad mayor, lo cual aumenta la residencia del material a la degradación.
"El desgaste del nuevo cemento por la acción del ambiente es mucho menor", explicó Ladeira, para quien el nuevo material resolverá el problema provocado por el uso de cemento en construcciones que quedan sumergidas en el mar, ya que el agua salada damnifica el material convencional, pero no el nuevo.
FUENTE: www.xinhuanet.com
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